lunes, 27 de mayo de 2013

Spitz y su fallido ingreso a Hollywood




Mark Spitz se retiró de la natación cuando tan solo tenía 22 años, una de las grandes razones fue porque quería incursionar en el mundo artístico, quería envolverse en otro tipo de fama así que decidió introducirse en la faceta de actor.

“Quizás haga alguna película desnudo, soy guapo… Pero algo que tengo por seguro, es que no quiero terminar como Johnny Weissmuller y Buster Crabbe”, fue una de las peculiares declaraciones que dio Spitz cuando dio a conocer que quería ser actor.

Su aparición en las pantallas creo expectativas, incluso se llegó a rumorear que sería el sucesor de Sean Connery para interpretar a nada más y nada menos que a James Bond, el espía británico de la famosa saga de películas.


En su regreso de Munich, Mark grabó la cinta “El hombre y el tiburón”, que estaba programada a ser transmitida por televisión. Sin embargo, esto nunca sucedió ya que la calidad de la película era muy mala. A Spitz le siguieron lloviendo ofertas para continuar con su carrera actoral, pero él decidió retirarse y dedicarse al mundo de los negocios, donde sí tuvo bastante éxito. 


La religión judía en la vida de Mark Spitz


El nueve veces medallista olímpico estuvo muy introducido desde niño en su religión, la judía. Incluso, hasta el día de hoy participa en conferencias de prensa para personas judías. En las olimpiadas de Múnich 1972 estuvo cerca de un lamentable hecho que puso de luto a las olimpiadas y al mundo en general, once judíos de la delegación israelí fueron tomados como rehenes y luego asesinados por un grupo de palestino autodenominado “Septiembre negro”. Luego de que sucediera esto, Mark Spitz abandonó automáticamente Múnich en medio de la tristeza.

El exnadador ha estado por largo tiempo implicado en los Juegos Macabeos, que es un torneo de diversos deportes en donde solo participan judíos, Spitz participó en ellos incluso cuando ya se había retirado de la natación.

Spitz forma parte de un grupo de destacados deportistas judíos a lo largo de la historia, como por ejemplo, Myer Prinstein, Ilona Elek, Harold Abrahams, Garry Kasparov, Agnes Keleti, Irena Szewinska, Yelena Shushunova, Robert James Fischer, entre otros. 

Las frases más controversiales de Mark Spitz



Mark Spitz acaparó portadas en la prensa escrita en diversas ocasiones aún cuando ya no se encontraba vigente en la natación, y fue por una razón: sus declaraciones. El estadounidense solía soltar polémicas frases, que ocasionalmente llevaban un mensaje deportivo, y que hasta el día de hoy son recordadas.

-“Al regresar, estoy cambiando la actitud de la gente hacia mí. Si hubiera sabido que la gente reaccionaría con tanto entusiasmo, habría regresado hace años”.

-“Si gana siete medallas de oro y empata lo que hice, entonces sería como si yo fuera el primer hombre en la luna y él se convirtió en el segundo. Si gana más de siete medallas, entonces se convertirá en el primer hombre en Marte. Ambos somos únicos”

-"Ya soy un Jesse Owens. Ahora están tratando de hacer un Jim Thorpe de mí”

-“Si fracasas en prepararte, estás preparado para fracasar”            

-“Si nado seis veces y gano las seis, seré un héroe. 
Si nado siete veces y gano seis, seré un fracaso”

-“Nadé mis sesos”

-“Mi mayor pérdida fue las olimpiadas. 
No puedo olvidar perder, nunca lo haré”.

-“La vida es fiel a su estilo, los récords están para romperse”.


Mark Spitz desafió al mundo de la natación con sus bigotes


Los nadadores profesionales de la actualidad suelen afeitarse todo el cuerpo como parte de su desenvolvimiento en el agua, es muy raro ver a uno en estos tiempos con un bigote súper pronunciado como usó Mark Spitz en Múnich 72, en aquellas olimpiadas no solo revolucionó con sus siete medallas de oro, sino también con su extravagante “look”.

Incluso en los años 70, ya era común que los nadadores se depilen para que los bellos no retrasen ni por una milésima de segundo sus recorridos en el agua. Mark Spitz hizo nacer un mito que hasta llegó a ser imitado por una delegación de natación entera. Hace poco más de un año, meses antes de que se cumplan 40 años de su impecable presentación en Múnich, el estadounidense habló sobre aquel hecho curioso.

“Las gafas estaban prohibidas y el gorro permitido aunque no era obligatorio. El bigote fue una decisión personal que tomé durante la misma competición. Sí, mi imagen en Múnich no era la de un nadador tipo, de esos que se ven ahora”, dijo Mark Spitz al ser consultado con su apariencia en aquel entonces.

“En 1972, cuando finalicé mi carrera universitaria, me dejé crecer el bigote. Para entenderme hay que retrotraerse a principios de los 70, un joven de 22 años al que le iba el estilo de pelo largo de los Beatles o los Rolling Stones, era la moda, el look preferido en los jóvenes. Para los nadadores, la vida, en parte, consiste en afeitarnos por completo, para evitar la resistencia del pelo. Pero yo decidí dejarme crecer el bigote. Y durante los trials estadounidenses, un mes antes de los Juegos, y aunque yo pensaba afeitarme, cuando llegué a la concentración todo el mundo se escandalizó al verme. Casi no me daban opciones e incluso algún entrenador me aseguró que con él, no ganaría ni una sóla prueba. Durante los trials batí un par de récords del mundo y pensé que el bigote no me hacía más lento. Y decidí dejármelo poco antes de comenzar los Juegos. Si nadie me hubiera dicho nada, me lo habría afeitado y parte del mito no existiría. Pero decidí dejármelo por el comportamiento de la gente”, contó.

“Yo había ganado ya alguna medalla en Múnich y un entrenador del equipo ruso se acercó a mí y me preguntó si el bigote no me provocaba cierta resistencia al nadar. Yo, en ese momento, decidí gastarle una broma y le dije que todo lo contrario, que al nadar, el bigote impedía que el agua me diera en la boca y tenía un efecto bala. Y por eso nadaba tan rápido. Ese entrenador se lo dijo a todos los entrenadores de la selección rusa y el resultado fue que al año siguiente todos los nadadores rusos lucían un mostacho”, agregó.


“Me lo quité hace algún tiempo. Ahora voy como la gente suponía que debería haber aparecido entonces”, ironizó. 

Mark Spitz vs. Michael Phelps ¿Quién fue mejor?



Hay quienes dicen que Mark Spitz tuvo más merito en sus victorias porque no contaba con las condiciones que ofrece la natación en la actualidad. Pero las 22 medallas de Michael Phelps no fueron pura casualidad, y muchos aseguran que reúne todas las características del nadador perfecto, anatómicamente y técnicamente. Ante la interrogante, el propio Spitz responde desde su propio punto de vista.  

“A la hora de contabilizar los triunfos, hay muchas similitudes. Yo gané siete oros en unos Juegos y Michael ocho. También coincidimos en la mayoría de las pruebas que nadamos. No hay muchas diferencias. Quizá, que nadamos en épocas muy distintas con rivales diferentes y que mi margen de victoria era mayor. Hay quien dirá que por eso mis victorias eran más fáciles, otros que me tenía que esforzar más [risas]. 36 años separan ambos fenómenos, pero yo veo mucho mío en Michael. Incluso que odia perder mucho más de lo que le gusta ganar. Para mí, perder era un verdadero problema, igual que para él. Creo que, al 80 por ciento, somos lo mismo”, indicó Mark Spitz al diario Marca.

“Si yo ganara a Phelps, no existiría Phelps, de la misma forma que si él me ganara, yo no existiría. Creo que habría un empate, no podría haber ganador. Los dos sabemos qué es lo que hay que hacer para ser el mejor. Es una hipótesis, porque será imposible comprobarlo, pero lo que me dio a mí la grandeza en 1972, es lo mismo que tuvo Michael en Pekín en 2008. Si los dos nos trasladásemos de era para competir contra el otro, habría un empate”, agregó.

“¿Sabes qué? Es una buena pregunta que nunca había contestado antes. Y no tengo dudas, creo que para Michael Phelps sería más complicado competir en 1972. No tendría la ventaja de los entrenamientos actuales, no tendría la ventaja de la nutrición, ni siquiera la ventaja del trabajo con los psicólogos o de las comodidades de los hoteles. Al revés, en un hipotético viaje al futuro, me encontraría con un abanico de condiciones mucho mejores de las que yo tuve. Sería más fácil para mí habituarme a ellas”, dijo finalmente. 







Las zapatillas que casi dejan sin medallas a Mark Spitz



Mark Spitz fue un personaje dentro y fuera del agua. En la ceremonia de premiación de los Juegos Olímpicos de Múnich 1972, el nadador subió al podio con cierto misterio, llevaba sus manos atrás de su espalda con la mirada hacia abajo, hasta que de pronto, sacó una de sus manos y levantó unas zapatillas de la marca que lo auspiciaba, Adidas, y las sacudió ante la mirada y cámaras de todos los que se encontraban observando la premiación.

El hecho fue más allá de un suceso curioso, en los años 70 no era habitual ver este tipo de publicidad y Spitz tuvo que ser investigado por el Comité Olímpico Internacional. El deportista corría el peligro de ser descalificado, este simple acto pudo haber significado que una de las historias más gloriosas del deporte mundial no llegue a suceder. Sin embargo, el COI decidió absolverlo, ya que hubiera significado un gran escándalo.

Sobre ello, Mark Spitz declaró lo siguiente: "Ya soy un Jesse Owens. Ahora están tratando de hacer un Jim Thorpe de mí”.

Para recordar, Jesse Owens fue un exitoso atleta afroamericano que ganó cuatro medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Berlín 1936; Jim Thorpe fue un deportista que ganó dos preseas doradas en Estocolmo 1912, pero le quitaron sus títulos olímpicos luego de que se descubriera que había sido un jugador de beisbol y baloncesto pagado. En ese entonces, los deportistas tenían que ser amateurs y fue descalificado.

Jim Thorpe

Jesse Owens

La Gloria de Mark Spitz en Múnich 72


Mark Spitz tocó el cielo en los Juegos Olímpicos de Múnich 1972, como ya lo habíamos mencionado antes, con solo 22 años el nadador se convirtió en uno de los deportistas más importantes de la historia tras ganar 7 medallas de oro y en cada una de ellas rompió un récord mundial.

Su proeza hizo que sea incluido entre los cinco mejores deportistas del siglo XX por el Comité Olímpico Internacional. Sin embargo, Spitz llegó a Munich sin la misma expectativa con la que fue a México 68, donde había prometido ganar seis medallas de oro, que finalmente se convirtió en solo una.

Hay quienes dicen que Spitz sufría de asma, y que los 2.200 metro de altura hicieron que su desempeño disminuya y por lo tanto, cumpla un papel bastante discreto a comparación de lo que había prometido. Fue la burla de sus compatriotas, a pesar de que se llevó una medalla de oro. 

Cuando regresó de México siendo la gran decepción, Sports Illustrated escribió: "Spitz llegó a Indiana con la reputación bien documentada de ser un niño mimado, un inadaptado y un solitario, pero parece estar creciendo".

¿En qué modalidades triunfo Spitz? Aquí los videos de todas sus victorias en Munich 72:

200 metros mariposa (2:00.70)

4x100 metros libres con relevo (3:26.42) 

200 metros libres (1:52.78)

100 metros mariposa (54.27)

4x200 metros libres con relevo (7:35.78)

100 metros libres (51.22)

4x100 metros mixtos con relevo 3:48.16



La historia de Mark Spitz


Mark Spitz con parte de sus siete medallas

Mark Andrew Spitz, nadador estadounidense, nació el 10 de febrero de 1950 en Modesto, California. El norteamericano consiguió siete medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Múnich 1972, una hazaña que fue destacada mundialmente y que lo colocaron en la cima de los deportistas a nivel mundial. El récord perduró hasta Beijing 2008, cuando su compatriota de solo 23 años, Michael Phelps, le quitó el trono al adjudicarse 8 preseas doradas. Mark, de quien se decía que tenía un ego muy alto, decidió retirarse para trabajar en bienes raíces a la corta edad de 22.

Su padre y su entrenador siempre estuvieron con él y nunca dejaron de aconsejarlo. Su creador fue quizás el más grande impulsador para que obtuviera tanto éxito y luche por alcanzarlo. Usualmente le daba sermones como los siguientes: “¿Cuantas calles hay en una piscina?, ¿Cuántas de esas calles son ganadoras?” o “Nadar no lo es todo, ganar sí”, recordaba el propio Spitz.

Mucho se hablaba de la arrogancia y el desbordante ego de Spitz. Sin embargo, en el 2012, muchos años después de su retiro, el propio exnadador pidió a sus compatriotas Ryan Lochte y Michael Phelps que se tomen las cosas con calma en los Juegos Olímpicos de Londres 2012: "Es la naturaleza humana querer hacer algo que queda muy bien sobre el papel, pero en algún momento hay que controlar el ego y pensar: ¿quiero sacrificar esta prueba para asegurar? Parece que Phelps y Lochte nunca tuvieron eso en cuenta", declaró tras el decepcionante inicio que tuvo Estados Unidos en esta Olimpiada, aunque solo fue al inicio ya que terminaron muy bien.

Spitz se ganó antipatía por distintas declaraciones polémicas cuando se mantenía en competencia. Por ejemplo, antes de llegar a México 68 se aventuró a decir que ganaría seis medallas de oro, y sus antecedentes lo respaldaban ya que poseía 10 récords mundiales. Decepcionó a medio país al solo ganar dos preseas doradas, de ahí en adelante ya es historia conocida, en la siguiente edición incluso se llevó una más de las que había prometido.

Otro de los factores para recordar de Spitz es que en todas sus victorias logró romper un récord mundial. En el 2005 fue el abanderado de Estados Unidos en los Juegos Macabeos y fue la última vez que ocupó las secciones deportivas. Hoy en día tiene 63 años y vive en Los Ángeles junto a su familia. Sin duda, el recuerdo de Mark Spitz siempre estará presente cuando se hable de la historia de los Juegos Olímpicos.