Mark Spitz fue un
personaje dentro y fuera del agua. En la ceremonia de premiación de los Juegos
Olímpicos de Múnich 1972, el nadador subió al podio con cierto misterio,
llevaba sus manos atrás de su espalda con la mirada hacia abajo, hasta que de
pronto, sacó una de sus manos y levantó unas zapatillas de la marca que lo
auspiciaba, Adidas, y las sacudió ante la mirada y cámaras de todos los que se
encontraban observando la premiación.
El hecho fue más
allá de un suceso curioso, en los años 70 no era habitual ver este tipo de
publicidad y Spitz tuvo que ser investigado por el Comité Olímpico
Internacional. El deportista corría el peligro de ser descalificado, este
simple acto pudo haber significado que una de las historias más gloriosas del
deporte mundial no llegue a suceder. Sin embargo, el COI decidió absolverlo, ya
que hubiera significado un gran escándalo.
Sobre ello, Mark
Spitz declaró lo siguiente: "Ya soy un Jesse Owens. Ahora están tratando
de hacer un Jim Thorpe de mí”.
Para recordar,
Jesse Owens fue un exitoso atleta afroamericano que ganó cuatro medallas de oro
en los Juegos Olímpicos de Berlín 1936; Jim Thorpe fue un deportista que ganó
dos preseas doradas en Estocolmo 1912, pero le quitaron sus títulos olímpicos
luego de que se descubriera que había sido un jugador de beisbol y baloncesto
pagado. En ese entonces, los deportistas tenían que ser amateurs y fue
descalificado.
Jim Thorpe |
Jesse Owens |
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