Mark Spitz se retiró de la natación cuando tan solo tenía 22 años, una de las grandes razones fue porque quería incursionar en el mundo artístico, quería envolverse en otro tipo de fama así que decidió introducirse en la faceta de actor.
“Quizás haga alguna película desnudo, soy guapo… Pero algo
que tengo por seguro, es que no quiero terminar como Johnny Weissmuller y
Buster Crabbe”, fue una de las peculiares declaraciones que dio Spitz cuando
dio a conocer que quería ser actor.
Su aparición en las pantallas creo expectativas, incluso se
llegó a rumorear que sería el sucesor de Sean Connery para interpretar a nada
más y nada menos que a James Bond, el espía británico de la famosa saga de
películas.
En su regreso de Munich, Mark grabó la cinta “El hombre y el
tiburón”, que estaba programada a ser transmitida por televisión. Sin embargo,
esto nunca sucedió ya que la calidad de la película era muy mala. A Spitz le
siguieron lloviendo ofertas para continuar con su carrera actoral, pero él
decidió retirarse y dedicarse al mundo de los negocios, donde sí tuvo bastante
éxito.
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